sábado, 28 de noviembre de 2009

Valle de Finolledo Mountainbike

El pasado sábado 21 de noviembre unos amigos de Ponferrada y Vega y y el que escribe, nos pasamos la mañana por los alrrededores del Valle practicando mountainbike. El Valle ofrece condiciones muy buenas para practicar este deporte por su orografía y paisajes.

Salimos desde Vega, subiendo por un camino que llega a Vademoros y desde aquí tiramos por el San Bartolo hacia el Carballal para bajarlo hasta el Aguazal. Desde aquí subimos por el pueblo hacia el camino de la traída del agua para bajar por una antigua senda que nos lleva hasta Redondón. Seguimos el camino del río hasta Los Molinos y Las Pedrizas para subir por el camino que une con el Castro hasta la Veiga y vuelta al Valle. En el pueblo, empezó a llover algo , entonces decidimos cobijarnos bajo un corredor hasta que vimos que amainaba algo y entonces volvimos a subir hasta el camino de la traída pero ahora seguimos por los Cerezales hasta los pinares de Villar de Otero para coger un antiguo camino carretal que unía este pueblo con las praderas del río Ancares por debajo de la Bustarga. Desde esas praderas seguimos río abajo por una senda hasta el Corral de las Cabras, Redondón, La Redroya, los Molinos y aquí hasta el campo de fútbol y cogimos el camino que atraviesa los Muracales para bajar al camino de los Prados del río y por la Veiga de Abajo subimos hasta el Valle. En total 36 km recorridos y 1028 m. de desnivel que dejaron muy buen sabor de boca a todos. Volveremos.....

Un vídeo de ese día.

viernes, 6 de noviembre de 2009

El Carballal.

Como pasa el tiempo. Pronto hará un año que inicié la andadura de este blog con las copiosas nevadas del pasado otoño invierno 2008-2009.
Un día de octubre paseando entre encinas, pensé que estaría bien volver a retomar el blog y hablar sobre el bosque más emblemático del Valle: el Carballal. Aunque por ese nombre en el pueblo normalmente se denomina a la pradera natural que existía en medio del bosque de encinas centenarias (y de la que hoy en día sólo quedan unos metros cuadrados), creo que se puede entender que el nombre en realidad se debe al propio bosque en sí. A la encina (Quercus ilex) se le llama en muchos lugares, como Galicia, carrasco y al roble, carballo, por lo que siendo un bosque de encinas, y siguiendo ese criterio, ¿se le debería haber llamado el Carrascal en vez de el Carballal ?


Quien sabe, como esto no es Galicia sino el Bierzo, quizás nuestros antepasados a lo mejor llamaban carballos a las encinas (hecho muy poco probable), o quizás antiguamente el bosque estuviera formado por robles y encinas (hecho muy probable), robles que por cierto también abundan en la zona, muy cerca de este bosque en la Mata. De hecho hay constancia de que grandes robles se cortaron en ese lugar para utilizar como vigas en algunos lagares del pueblo, tan grandes que no se podían transportar por carro sino a hombros de 30 o 40 hombres.
Un paseo por las sendas y caminos del bosque, sobretodo si se realiza en otoño, nos transporta a un país de profundas e inolvidables sensaciones , muy difíciles de conseguir en el vertiginoso mundo en el que vivimos.



Como comentaba anteriormente, en esa zona existía una bonita pradera natural en la que desde tiempos inmemoriales se recogía manzanilla y también se "corría el gallo" en una ancestral tradición que los mozos del pueblo festejaban año tras año hasta que en uno de ellos, se quedó en el olvido, como tantas otras tradiciones que fueron desapareciendo de nuestros pueblos ; recuerdo que a finales de los 70 pude ir allí a correr el gallo: fue para mí una experiencia inolvidable, y unos años más tarde, hacia mediados de los 80, debió ser cuando se perdió la tradición. También me comentaba mi padre que en sus años mozos allí se reunían los jóvenes del pueblo a hacer un magosto con castañas que recogían de los castaños cercanos, haciendo una hoguera con leña de urz que traían del pueblo. Y también recuerdo que a mediados de los 80 un buen día me decidí a probar la ladera nevada de la pradera con mis esquís, lástima que no hiciera fotos. Pues bien, desgraciadamente, esa pradera desde hace unos años, ha venido desapareciendo a costa del matorral (principalmente escobas) que se fue implantando en su superficie debido al roturado de la que fue objeto como consecuencia de una frustrada repoblación del lugar con cerezos para obtención de madera.


Ahora parece que el pueblo quiere volver a recuperar la bonita pradera con el desbroce, antes de la próxima primavera, del matorral que la cubre.
El bosque en sí no es demasiado grande en superficie, en torno a 12 ha, pero es de una belleza inconmensurable. Si se observa desde el pueblo o en vista aérea se puede uno dar cuenta fácilmente que antiguamente el bosque debía ser bastante más grande y cubrir prácticamente toda la superficie de la ladera del monte en el que se asienta. Se observan zonas con bastantes árboles separadas del resto como consecuencia seguramente de que las gentes del pueblo le fueron ganando terreno al monte bien para tierras de siembra de cereales o para plantaciones de castaños o más recientemente de pinos. Originalmente el bosque posiblemente tuviese casi el doble de superficie de la que tiene actualmente.


Algunos de sus árboles son ejemplares dignos de mención, como la "encinona" que tiene una altura de 25 m. y una copa que cubre una superficie de unos 400 m2, un "cuartal".


Está situado en una ladera en frente al pueblo, ladera con orientación norte. bajo las crestas cuarcíticas del monte del Maisón. Estos bosques de encinas suelen darse en climas de orígen mediterráneo, no en vano el clima del Bierzo en buena parte está catalogado como una variante del mediterráneo con inviernos fríos y éste es también el caso del Valle de Finolledo como queda demostrado por la existencia de este bosque y de otros arbustos de orígen genuinamente mediterráneo como las jaras, o árboles como los alcornoques o los madroños.
Desde este bosque las vistas al pueblo son de las mejores que se pueden contemplar y con nieve el paisaje de encinas con el fondo del pueblo es espectacular.



Pues nada, espero que esta pequeña aportación bloguera sirva para que se pueda conocer y valorar un poco más el Carballal de Valle de Finolledo. Ahora, más que núnca, a disfrutar y a conservar este bonito bosque de encinas.